El Real Madrid defiende el liderato en Mallorca aliviado por el aplazamiento del clásico. Zidane tendrá más capacidad de movimientos reduciéndose la carga de partidos en una semana que se presentaba difícil con la tropa diezmada tras sufrir otro ‘Virus FIFA’. Ante los bermellones tendrán muchas bajas, pero alivia pensar que tras jugar en Estambul tendrá una semana para recuperar jugadores y las fuerzas de hombres cargados de minutos y de viajes. Pero al galo lo que le preocupa es ver a su equipo enchufado más allá de los peones que disponga sobre el campo ante el desafío que le planteará un Mallorca necesitado de puntos y ante un estadio que ha colgado el cartel de “no hay billetes”.
Respuesta propia Moreno, técnico del Mallorca, tiene las mismas preocupaciones que Zidane: “Más que como esté el Madrid, lo que nos ocupa es que nosotros demos nuestra mejor versión”. Pide a sus jugadores que sean “caraduras” para hacer frente a un rival que reconoce “superior” pero teme de los suyos un exceso de “respeto”. El cuadro balear ocupa puestos de descenso, necesitan puntuar para coger aire y ante los blancos tienen mucho que ganar y poco que perder.
Un buen partido acompañado de un buen resultado podría ser un punto de inflexión en su regreso a Primera para lograr ese objetivo de la permanencia. También le preocupa apuntalar el juego defensivo, el punto débil que les está costando puntos. Dispondrá de su equipo titular con la única duda de si Kubo será o no titular. El japonés cedido por el Madrid ha sido el último en llegar del parón de selecciones y no se espera que salga de inicio.
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Zidane tiene seis bajas, pero las importantes son las de Modric y Kroos, el eje titular del centro del campo, y Bale. Valverde se mantendrá en el once, mientras que James e Isco saldrán de inicio. Recupera a Marcelo y a Courtois y con ellos dispondrá de la defensa titular. En la lista sorprendió la ausencia de Carvajal, a quien el técnico dio descanso.