El Madrid no rinde pleitesía a Mbappé

Kylian Mbappé lleva tres meses en el Real Madrid, tiempo suficiente para comprender lo que son las jerarquías blancas fuera y dentro del campo. Sujetar la aureola que tenía en su etapa en el PSG le está costando mucho más de lo que esperaba en un equipo en el que nadie juega para nadie. Forma parte de una plantilla compuesta por jugadores top mundiales que no se someten a nadie.

Diferencial

El francés estaba acostumbrado a que los equipos jugasen para él. Las tácticas y los sistemas le situaban en el centro de la ecuación, buscándole como referente ofensivo para que él marcara las diferencias. Es cierto que en su último año en el PSG y en este arranque en el Madrid juega en una posición diferente a la que le más le favorece, la izquierda, lo que no evita que siga siendo un jugador diferencial: lleva ocho goles.

A Mbappé le está costando encajar en el equipo más de lo que él y el madridismo esperaba. Lleva doce partidos de titular, pero va a necesitar muchos más para encontrar su sitio en un ecosistema en el que los roles estaban repartidos. Un Real Madrid que ganó las Champions y la Liga con Vinicius y Rodrygo de delanteros, y que le busca un sitio al francés en un ataque que funcionaba.

Tras los pasos de Benzema

“A Mbappé le pido que marque goles, prefiero que marque a que presione. Le pido lo mismo que a Benzema, posicionarse bien, ser listo cuando recupere el balón y que se implique en transiciones rápidas”, confesaban Ancelotti en vísperas del partido contra el Borussia Dortmund. El italiano tiene claro el papel del delantero, intenta que encaje en el hábitat de un equipo que estaba hecho antes de su llegada.

El francés hizo su trabajo ante el Borussia, dio el pase a Rudiger para el 1-2 que sirvió para revolucionar el partido. Ayudó a poner la primera piedra para una remontada espectacular. La vio de cerca aunque sin protagonismo. Solo le quedó aplaudir a Vinicius, que le roba ese papel estelar que tenía en su etapa en París e incluso en su selección.

Remontada

Una experiencia enriquecedora para el delantero francés, porque ganar y hacerlo de esa manera debe ser una sensación inigualable. Sobre todo cuando lo vivías desde fuera, e incluso lo sufrías como le ocurrió hace tres temporadas. Cayeron en cuartos de final de manera dolorosa: ganaban 0-1 en el Bernabéu y venían con 1-0 de París, ambos dos goles suyo. Acabaron perdiendo 3-1 en una remontada similar a la de este martes, en la que Benzema hizo un hat-trick en 17 minutos.

 Ancelotti intenta que siga los pasos del Benzema, que sea tan letal o más que su compatriota, pero Karim explotó de blanco al año de la salida de Cristiano Ronaldo para convertirse en el referente ofensivo de los blancos. Un papel que asumió Vinicius cuando se fue al fútbol árabe hace dos temporadas. El brasileño no va a soltar el cetro por mucho Mbappé que sea. El francés va a necesitar tiempo para encajar en un equipo que no rinde pleitesía a nadie.