Al Madrid le basta con Modric para golear al Celta

El Madrid goleó al Celta en Balaídos en un partido en el que Modric se bastó para que se olvidaran las ausencias. Lideró la medular, dio una asistencia, marcó un golazo y fue la clave para un equipo que ganó sobre todo por sus efectividad. Las facilidades viguesas para conceder contragolpes contribuyeron a la amplia victoria que se quedó sin la puntilla en un fallo de penalti de Hazard que hubiera redondeado la 'manita'.

Carlo Ancelotti no se complicó la vida y puso el once más natural con la marcha de Casemiro suplida por Tchouameni y la baja de Kroos por Camavinga. En ataque, Valverde fue el completmento a la dupla Benzema-Vinicius.

El nuevo centro del campo blanco tuvo que trabajar a destajo desde el inicio con la presión alta del Celta. Tchoumeni cumplía en defensa, pero no daba salida al balón y Camavinga tampoco estaba fino. Modric era la única esperanza blanca para crear y, por ello, Benzema bajaba a menudo para buscar soluciones.

Dos manos similares

El Celta jugaba en campo contrario y presionaba, pero una acción aislada le costó muy cara. Tapia tocó con la mano un remate de Alaba y, tras revisión del VAR, el colegiado señaló el penalti. Benzema lo transformó y el Madrid con casi nada se ponía por delante en el marcador.

Los de Coudet tuvieron la virtud de no bajar los brazos con el gol y siguieron apretando hasta que también encontraron un penalti. En esta vez fue Militao quien cortó con la mano un centro hacia Paciencia y la pena máxima fue clara. Iago Aspas anotó desde los once metros para poner las tablas.

Un gol que dio alas al Celta con un Javi Galán que arrancó la moto desde la izquierda y una buena circulación del balón que terminaba con centros buscando al peleón Paciencia. Franco Cervi, con un gran disparo, rozó el segundo tanto en la mejor fase celeste.

El talento de Modric

Sin embargo, otra jugada puntual volvió a decantar la balanza. Modric campó a sus anchas en el borde del área y marcó un golazo con una rosca desde el borde del área. Mucho premio para un Madrid que solo llegaba con algún fogonazo de Vinicius y que no era capaz de controlar la medular.

El Celta salió con ganas en la reanudación y Paciencia volvió a crear peligro con un tiro cruzando lamiendo el poste. De todos modos, el Madrid se sentía cómodo defendiendo y buscando a la contra. Después de unas manos de Militao en el área, involuntarias y de espaldas, los blancos armaron una contra con un pase preciso de Modric a Vinicius, quien se plantó solo ante Marchesín y marcó a placer tras regatearlo.

El partido siguió con su línea de un equipo local con muy buenas intenciones, pero con una diferencia abismal de pegada en las áreas. Mientras Aidoo cabeceaba fuera totalmente solo , Tchoumeni recuperaba atrás, arrancaba, cedía a Vinicius quien encontraba a Valverde para cruzarla a la red. Un 1-4 desmesurado, pero que al final era una consecuencia de la efectividad.

El partido quedó sentenciado y Ancelotti ya pudo reservar a su centrocampista que valió por tres: Luka Modric. No tuvo a Kroos y Casemiro, pero no le importó para liderar a su equipo y salir ovacionado como rival. Eso sí, el Madrid se quedó sin la guinda cuando Benzema le permitió a Hazard tirar el penalti por un derribo de Mallo a Benzema. Marchesín detuvo el tiro del belga para impedir la 'manita'-