El Racing de Santander logró una meritoria victoria (2-1) ante el Athletic de Bilbao, en la puesta de largo ante su afición, en un encuentro en el que los cántabros mostraron una buena imagen ante un rival de superior categoría. Marcaron Yoda y Moi, pero el gran protagonista fue el portero cedido por el Real Madrid, Luca Zidane.
El arquero evitó varios goles de Aduriz en la primera parte y tras el descansó realizó dos muy buenas intervenciones en situaciones de uno contra uno. Ante Larrazabal primero y minutos más tarde antre Iñigo Vicente, el meta francés midió muy bien y salió perfectamente a tapar los huecos.
Después de su mal debut en la pasada Liga con el Real Madrid y las críticas a su padre Zinedine Zidane, el portero se marchó a Santander en busca de minutos, a demostrar su valía y certificar que el peso de su apellido no le afecta. Y Luca, que dejó su portería imbatida en los 81 minutos que jugó antes de ser sustituido por unas molestias físicas, no pudo empezar andadura por tierras cántabras con mejor pie: Al abandonar el terreno de juego, El Sardinero le ovacionó con gritos de "Luca, Luca".
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