La Supercopa de Europa deja muchas reflexiones. El Real Madrid, que ganó merecidamente el título frente a un Sevilla que no puso, salvo algunas excepciones, oposición, presentó en sociedad a dos de sus nuevos jugadores.
Mientras Toni Kroos cuadró un buen partido, jugando fácil en el centro del campo, James Rodríguez quedó en un segundo plano y no encontró su lugar en el campo.
Las mejores muestras se ven en los primeros ataques del Real Madrid, cuando Modric mantenía el balón en el medio y Cristiano Ronaldo, Bale, Benzema y James se desmarcaban en dirección a Beto. Cuatro jugadores imitando jugada.
Poco más de un James desaparecido que no se asoció como se esperaba de él y ofreció una imagen bien diferente a la del Mundial de Brasil, pese al gran chut de la segunda mitad que detuvo Beto.
NOTICIAS RELACIONADAS
Aunque es cierto que es el primer encuentro que James juega con sus compañeros y el físico no acompañó, habrá que ver cómo mueve los hilos Ancelotti para que el juego de egos y fútbol no destruya un vestuario con mucha pólvora.