Quien perdona lo acaba pagando y el mejor ejemplo de eso se vivió en el inicio de la segunda parte del Celta-Real Madrid.
Con 0-1 en el marcador el conjunto vigués falló una ocasión imperdonable en las botas de John Guidetti, que no acertó a rematar solo ante Keylor Navas una genial asistencia de Wass de cabeza. El sueco no disparó, quiso continuar la jugada de ataque y el Celta acabó perdiendo un balón que propició la contra de Isco.
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El malagueño avanzó en carrera sin demasiada oposición y terminó asistiendo en profundidad a Cristiano Ronaldo, que definió a la perfección ante Sergio Álvarez con la zurda, con un tiro ajustado que tocó en el poste izquierdo y entró en la portería viguesa. Del posible empate se pasó a la sentencia blanca en un abrir y cerrar de ojos.