Giro radical de Mbappé

Desde Kylan Mbappé entro en escena en el mundo del fútbol destacó, al margen de por un talento innato con el balón y un físico prodigioso, por su facilidad para la palabra. Siendo jovencísimo, no se amedrentó nunca ante las expectativas generadas por él mismo y dominó con soltura el escenario mediático en el que se encontraba.

Tanto estando en el PSG como con la selección francesa, Mbappé tomaba la palabra a menudo en ruedas de prensa, zonas mixtas después de los partidos o diferentes galas en las que era premiado, demostrando una soltura difícil de ver en un futbolista tanto con el francés como con el castellano. Pero todo eso acabó de golpe.

Desde hace unos meses, Mbappé ha dado un giro de 180 grados y ha optado por una política de comunicación minimalista. Más allá de su presentación con el Real Madrid, apenas se le ha visto hablar desde su llegada al equipo blanco.

Comunicación minimalista

A pesar de las polémicas en las que se ha visto envuelto en las últimas semanas, incluyendo unas acusaciones en Suecia, la batalla judicial con el PSG y su no convocatoria con la selección francesa de Deschamps, la comunicación de Mbappé se ha limitado a un par de publicaciones en sus redes sociales.

Su situación personal a día de hoy es delicada e incluso los más cercanos al futbolista explicaron a L'Equipe que "tiene un problema mental desde hace varios meses". Mbappé está acostumbrado a convivir con la presión, pero es difícil recordar un momento en el que parecía que las expectativas le superaban, como está ocurriendo ahora mismo.

Primero hay que hablar en el campo

Tras muchos años haciendo esperar al Madrid y algún desencanto de por medio, el francés llegó al conjunto blanco como gran estrella, pero su rol es bastante secundario. No hay apenas detalles del Mbappé que deslumbró al mundo por su velocidad, habilidad con la pelota y voracidad de cara a puerta. Por si fuera poco, parece muy concienciado en no llamar la atención más de la cuenta, para evitar luchas internas de ego con otros compañeros como Vinicius o Bellingham, a pesar de que eso podría perjudicarle futbolísticamente.

Quizás por todo esto Mbappé, que se aprovechaba de su don de palabra para salir beneficiado públicamente en cualquiera de sus declaraciones, ha optado por un cambio en su comunicación. Ahora se cierra más en ese círculo que construyó a su alrededor y que está formado por sus padres y su abogada, Delphine Verheyden, junto a un grupo de amigos muy selecto.

La última vez que Mbappé habló fue en una rueda de prensa con la selección en septiembre. Allí, sin querer o a propósito, el delantero ya hizo una declaración de intenciones alejándose del público: "Lo que la gente piensa es la menor de mis preocupaciones".

El objetivo de Mbappé parece centrarse totalmente en el fútbol y en recuperar su mejor versión. Alejado de todas las polémicas que le rodean, de todo ese ruido mediático, Kylian espera su momento para volver a tomar la palabra. Eso sí, primero en el campo.