REAL MADRID

Flick desmonta el ‘método Ancelotti’

El alemán ha reactivado al Barça mientras que el italiano se ha estancado con una preocupante falta de recursos tácticos para activar al equipo

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El técnico italiano valoró su 'pique' con Flick en la rueda de prensa posterior al partido. / Perform

Alejandro Alcázar

El Real Madrid presumía de meterle cinco goles al Borussia en 35 minutos, pero ahora agacha las orejas ante el Barcelona, que le metió cuatro en media hora. Es cierto que los groseros errores en ataque condenaron las opciones de los blancos, pero Ancelotti volvió a dejar un rastro incompleto de trabajo que pone en alerta a la zona noble del Bernabéu.

Paños calientes

“Ya perdimos aquí 0-4 con el Barça y ganamos Liga y Champions”, se defiende el italiano, que para poner tiritas a la herida, agrega: No estaremos lejos de la pasada temporada”. El problema es que ya no sorprende a ningún rival ante un inmovilismo táctico en el que no se ve ningún avance, salvo intentar colocar sin éxito a cada jugador donde más rinde, incluido Mbappé al que Vinicius cierra el carril izquierdo. A esto añade dar la espalda a jugadores que piden paso desde hace tiempo.

Perder 0-4 en el Santiago Bernabéu y ante el FC Barcelona es una estocada mortal para el italiano por mucho que tenga contrato hasta 2027. Florentino Pérez se ha cargado entrenadores por mucho menos, empezando por el propio Ancelotti. Un equipo que no transmite buenas sensaciones, que gana a golpe de talento pero sin plan de juego. Una receta que le ha dado resultados, pero que empieza a bloquearse.

El juego con y sin balón

Al italiano solo le importa el trabajo defensivo de su equipo, mientras que el alemán trabaja las dos facetas. El madridista incide en el juego sin balón y deja en manos de la improvisación el fútbol de construcción y ataque, el azulgrana apuesta por ambas opciones de forma coral y con un plan con y sin esférico.

Ancelotti da órdenes desde la banda con Flick al fondo / Efe

Al italiano le ha funcionado esa apuesta que dio solidez al equipo, capaz de cerrarse como un molusco para ser consistente y convertirse en un rival difícil de batir. Sin embargo, el Barça demostró que cuando un equipo trabaja bien sus mecanismos ofensivos conectados a los defensivos, eleva su nivel para anular a los rivales con y sin balón.

Un Barca de rock and roll

El mensaje de Ancelotti ya no llega con la misma eficacia a un vestuario que ha dejado de ser una familia. Hay buen rollo, pero el feeling se va perdiendo por el camino cuando el fútbol no fluye. Las miradas de soslayo se multiplican entre sus componentes, ya sea por un pase fácil que era gol (el de Vinicius a Bellingham con 0-0, por ejemplo) o errores de bulto (Mendy en el 0-1 del Barça habilitando a Lewandowski). Fallos dolorosos que Ancelotti ignora en lugar de tomas medidas.

Lo ocurrido en el Clásico no sorprende tampoco demasiado. El Madrid daba síntomas de irregularidad, de fugas de concentración, de falta de intensidad y competitividad, de hacer un fútbol estático y acomodado pidiendo el balón al pie. Lo peor para el italiano es que el Barça jugó al rock and roll y sonó más alto y afinado que el pretendido por el técnico blanco, que gana críticos que cuestionan su continuidad.

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