Carlo Ancelotti no dio descanso a la plantilla después del derbi de este domingo para aprovechar los cinco días que tiene para preparar la final liguera del sábado ante el Girona. El italiano empezó a preparar el partido en el que se va a jugar el liderato del campeonato ante el equipo revelación de la temporada, al que aventaja en dos puntos en la clasificación. Además, tendrá que pensar en el partido del siguiente martes en el regreso a la Champions League con su visita a Leipzig, en la ida de los octavos de final.
El italiano recupera efectivos ante el conjunto de Michel. Tchouameni volverá al equipo tras el partido de sanción cumplido en el derbi, ya sea para tapar las vías de agua en el centro de la defensa o para el centro del campo. Ancelotti está pendiente de recuperar a Rüdiger, que se lesionó en Getafe y no llegó al partido ante el Atleti dejando huérfano a su equipo en el eje de la zaga y que tapó poniendo a Carvajal. El alemán sufrió un fuerte golpe en una pierna que le produjo un hematoma doloroso del que no se pudo recuperar, pero hay confianza de que esté ante el cuadro catalán.
SE RESQUEBRAJA EL MURO DEFENSIVO
La otra duda es Vinicius. El brasileño sufrió una contractura en el calentamiento del derbi que le impidió jugar. Una baja importante para el ataque madridista, al ser el delantero más peligroso con sus fallos y sus aciertos. El problema para Ancelotti es que su nómica de delanteros es limitada, solo tiene tres y la irregularidad de Vinicius y Rodrygo trae de cabeza al equipo. Tan pronto deciden partidos como se enredan en sus errores e individualismos que los desenganchan del juego colectivo de los blancos.
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La última duda es Camavinga. El polivalente jugador francés acabó el derbi dolorido con un fuerte golpe en una pierna. En principio no parece demasiado grave, pero tendrá que pasar las pruebas médicas para descartar una lesión. Seguirán siendo baja Courtois, Militao y Alaba, el muro defensivo que empieza a echar de menos el Real Madrid a estas alturas de la temporada. La solidez defensiva se resquebraja por la fatiga general de un equipo que acumula una temporada repleta de retos a la que le queda el trayecto más importante.