La Comisión Disciplinaria de la UEFA ha resuelto con una controvertida decisión el expediente que en su día abrió por el incidente que Nasser Al-Khelaïfi y Leonardo, presidente y en ese momento director deportivo del PSG, respectivamente, protagonizaron al concluir el partido de vuelta de la eliminatoria de los octavos de final de la Champions League que se disputó en el Santiago Bernabéu el pasado 9 de marzo.
El organismo disciplinario ha impuesto un partido de sanción al brasileño, que curiosamente ya no forma parte del club parisino, y en cambio ha hecho la vista gorda con el catarí, al que ha perdonado pese a que también fue protagonista de un lamentable incidente en la puerta del vestuario de los árbitros.Leonardo ha sido castigado por saltarse las normas disciplinarias y deportivas que figuran en los artículos 11, 12 y 15. El entonces director deportivo del PSG acudió junto a Al-Khelaïfi al vestuario de los árbitros y ambos les increparon por sus decisiones. Según quedó reflejado en el acta arbitral, "el presidente y el director técnico del PSG mostraron un comportamiento agresivo e intentaron entrar al vestuario de los árbitros. Cuando el árbitro les pidió que se fueran, bloquearon la puerta y el presidente golpeó deliberadamente el banderín de uno de los asistentes, rompiéndolo”.
DOBLE RASERO
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En cambio, la UEFA ha demostrado una vez más el doble rasero con el que trata al presidente del PSG y no le ha impuesto ninguna sanción. Al-Khelaïfi es el presidente de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y un buen aliado de Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, en la lucha contra la Superliga. Su pataleta por la derrota ante el Real Madrid ha quedado impune.