Dijo Buffon en la previa del partido contra el Real Madrid de este miércoles que de pequeño habría soñado con que su último partido de Champions fuese en el Santiago Bernabéu y contra el Madrid. Pero mucho nos tememos que a estas horas no solo no debe pensar ya igual sino que incluso se debe arrepentir de haberlo dicho.
Porqué este miércoles Buffon vivió en sus propias carnes lo que tantos y tantos futbolistas han sufrido ya en otras ocasiones: un robo descarado del colegiado de turno favoreciendo al Real Madrid. Buffon, como capitán que es de la Juventus, protestó al colegiado un penalti que él pudo comprobar muy bien que no era y eso le costó la expulsión. Una expulsión tan injusta como el mismo penalti.
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Seguro que antes del encuentro Buffon era el primero en tener claro que la remontada era más que difícil. Pero que cuando la tengas en las manos te la quiten de esta manera, duele mucho. Por eso su reacción es entendible. Y su expulsión es algo que duele a todos los que vean el fútbol sin prejuicios. Por qué el portero italiano no se merecía una despedida así de la Champions. El fútbol y el colegiado Michael Olivier le han robado un adiós como el que se merecía.