Derbi de vértigo en el Metropolitano
Los dos equipos necesitan ganar; el Real Madrid para recuperar el liderato y el Atlético para no quedar a ocho puntos de su rival
El aviso de Koke a Vinicius ha enrarecido un partido que lo tiene todo sin necesidad de bravatas
La rivalidad entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid es un pozo sin fondo en el que vuelan los trastos para el 'y tú más'. Sobrepasar el contexto deportivo es un recurso para eclipsar la mochila que arrastra cada equipo hasta ese momento de la temporada. La advertencia de Koke a Vinicius ha enrarecido el ambiente de un derbi que provoca vértigo en ambas aficiones sin estas bravatas.
Un derbi lo tiene todo. Son partidos abiertos, atractivos y bravos y este marcará el trayecto rojiblanco en la Liga. Un triunfo blanco les dejaría a 8 puntos cuando solo se han disputado 18. Un dato frío que presiona y obliga a los de Simeone. Pero también el Madrid necesita ganar para seguir líder después del triunfo del Barça ante el Elche.
INAPROPIADO
Koke avisó a Vinicius de que se cuide mucho de bailar si marca un gol. Una advertencia que ha provocado una cascada de reacciones apoyando al brasileño para que no pare de bailar. El mensaje del capitán rojiblanco nada tiene que ver con ese supuesto racismo denunciado por el delantero madridista, que le ha devuelto la moneda a través de un comunicado. “Para tí racista, no voy a dejar de bailar”, es el resumen del largo video editado por Vinicius. Tan inapropiada fue la advertencia de Koke como la del madridista al llamar racista al que no le gusta que baile cuando marca un gol, aunque seguro que tiene motivos sobrados para su alegato por anteriores vivencias que no tienen justificación.
El vértigo debe centrarse en lo que ocurra sobre el césped del Metropolitano y no en dar argumentos para discusiones de barra de bar a las 5 de la mañana como diría Javier Tebas, el jefe de LaLiga. Un vértigo que cosquillea los estómagos de dos aficiones y dos equipos que se tienen ganas históricamente. El objetivo es ganar y mejor si se ofrece un buen espectáculo.
Dice Simeone que "cuando empieza el partido es otra historia". Y así es. Atrás quedan declaraciones, estadísticas, filias y fobias y todos seguimos el balón ensimismadas para fabricar otros comentarios alejados a los de antes del partido. Cosas como que los rojiblancos lleguen con dudas al derbi se olvidan si al final ganan. Entonces empiezan otros discursos, amén de las recurrentes polémicas postpartidos.
FAVORITO
El patrón inicial indica que el Real Madrid es favorito porque llega mejor, pero el derbi se equilibra al jugarse en feudo atlético con el apoyo de su afición. Que los blancos aparezcan henchidos por su mejor trayectoria tampoco tiene un valor decisivo. Dos trayectorias diferentes que aportan un sello meramente orientativo a dos equipos de indudable potencial.
Paso al frente Simeone no da con la tecla para sacar lo mejor de sus jugadores. Sus tácticas no acaban de convencer y su afición le apoya porque este Atlético ha crecido a su sombra. Pero no evita los reproches y le piden un paso táctico al frente que marque diferencias en base el plantel que tiene y del que presume. La parroquia rojiblanca espera que el libreto de su entrenador escriba un capítulo táctico nuevo que anteponga la mentalidad ofensiva a la defensiva. Porque alegrías ha dado y muchas, pero con un fútbol previsible, defensivo y a la contra.
Ancelotti, por el contrario y pese a haberse criado en el país del 'catenaccio', tiene una mentalidad directa. Se defiende atacando y eso le está dando réditos. Analiza las fortalezas de cada jugador y encaja su idea táctica en lo que tiene. Ha encandilado a todos, incluso a su presidente Florentino Pérez, que nunca se casó con ningún técnico se llamase Del Bosque, Mourinho o Zidane.
Atlético y Real Madrid se miden en el Cívitas Metropolitano / SPORT.es
LOS ONCES
Simeone sigue buscando la ecuación ideal mezclando jugadores tras cambiar el innegociable 4-4-2 de sus primeros años por el 5-3-2 actual. Plantea batallas tácticas desde atrás con tres centrales que rota sin que se consoliden por culpa de las lesiones. Savic y Giménez son baja, así como Reguilón y Lemar. Recupera a Oblak. Nahuel y Saúl serán los carrileros, que ayudarán al centro del campo. Arriba podría sentar a Morata y Carrasco para poner a Correa y Cunha. Y Griezmann de revulsivo a partir del minuto 61 por sus problemas contractuales.
Ancelotti mantendrá la estructura que ha ido fortaleciendo partido a partido. Tiene muy claras sus preferencias. Salvo Benzema, lesionado, recurrirá a su mejor once. Solo tiene la duda de si poner a Militao, recuperado de una lesión, o alinear a Rudiger. Los demás serán los que vienen jugando con Rodrygo de falso nueve.
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