La pretendida conjura que la plantilla del Real Madrid realizó aprovechando la cena que celebró el pasado jueves en el restaurante madrileño Fox Cook&Sound se quedó en agua de borrajas. Los jugadores madridistas quedaron en evidencia y no pudieron pasar del empate ante el Villarreal pese a que se habían marcado como objetivo sumar los tres puntos para llegar al Camp Nou con los cuatro puntos de ventaja con respecto al Barça que tenían antes de empezar la jornada. La conjura fue un sonoro fracaso y ahora el Real Madrid ha permitido que el Barcelona vuelva a depender de sí mismo.
Los jugadores del Real Madrid debieron gastar más energías el pasado jueves por la noche en ocultar su salida del restaurante a altas horas de la madrugada (Jesé y Sergio Ramos intentaron escabullirse a las 4.45 horas) que en mentalizarse para afrontar el impotante partido ante el Villarreal. El equipo madridista había marcado en la agenda el partido ante el Villarreal, así como su visita del próximo sábado a San Mamés, con la mente puesta en el decisivo clásico que se disputará el 22 de marzo en el Camp Nou.