El Real Madrid está sumamente enfadado ante la posibilidad que apuntó el presidente de LaLiga, Javier Tebas, de que los equipos que puedan jueguen con aficionados en las gradas
El club blanco no podría jugar sus partidos con público ni en el Bernabéu, pues aceleró las obras de su estadio aprovechando la medida sanitaria que anunció el Gobierno de que LaLiga se reanudaría pero que los partidos serían a puerta cerrada.
El propio Pedro Sánchez aseguró en su última rueda de prensa que “no sería de justicia que en algunos estadios hubiera público y en otros no. Buscaremos una solución común y homogénea"
Sin embargo, horas después Tebas era contundente y congradecía al presidente del Gobierno: “En el momento que se pueda tiene que haber aficionados en aquellos sitios dónde se pueda. Hay ataques de integridad deportiva. Y también se podría decir que los equipos que juegan competición europea contra uno que no lo hace podrían estar más cansados. Trabajamos en un protocolo”, dijo en declaraciones a #Vamos.
El enojo del Madrid
Esta posibilidad enojó sobre manera al Madrid quien anunció a sus asociados que “hemos tomado la decisión de jugar en el estadio Alfredo Di Stéfano de nuestra Ciudad Real Madrid todos los partidos en los que ejerceremos como equipo local. Esa decisión nos permitirá avanzar en las obras del estadio Santiago Bernabéu“.
Así solo 6.000 socios podrían asistir a los partidos dado que el Bernabéu no puede ahora albergar ningún partido de fútbol. Necesita un mes para acabar la parte de las obras que permitiría acoger de nuevo partidos en su césped y que pudieran asistir los 81.000 aficionados que llenan el estadio blanco.
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Sobre este apunte, Tebas no tuvo condescendencia con el Madrid: “Cada uno toma las decisiones en su momento. Por unas decisiones puntuales no nos fastidiamos todos“.