El escaso público que acudió este sábado a las gradas del Bernabéu (poco más de 55.000 espectadores en el estadio del Real Madrid) despidió con pitos a sus jugadores tras un mal partido del equipo blanco.
El Madrid doblegó al Rayo Vallecano gracias a un gol de Benzema a los 13 minutos, pero apenas ofreció nada más el equipo de Solari, que acabó pidiendo la hora ante el equipo de Vallecas.
De hecho, el Rayo estuvo a punto de marcar en el tramo final del partido, con sendos remates a puerta de Alegría y de Velázquez, ambos repelidos por Courtois. El belga, que volvió a dejar su puerta a cero, fue de lo más destacado que ofreció el Madrid ante el Rayo.
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El partido, que había sido presentado como un plebiscito sobre la situación de Isco, que apenas tiene oportunidades con Solari, no sirvió finalmente para que la gente expresase su opinión sobre el futbolista malagueño, que estuvo en el banquillo y no tuvo ni un minuto de juego.