REAL MADRID
Bellingham recupera la sonrisa
El inglés firmó una actuación descomunal con Inglaterra jugando con la libertad que ha perdido en el Madrid
El parón de selecciones trajo de vuelta al mejor Jude Bellingham. El inglés sacó su mejor versión a relucir ante Grecia y, especialmente, ante Irlanda, un partido en el que dio dos asistencias, provocó un penalti y se salió con un recital que ha aplaudido toda la prensa inglesa.
No está siendo un año fácil para Bellingham. Después de arrasar en la primera parte de la pasada temporada y ser candidato al Balón de Oro, no ha sido el inicio esperado para el inglés. Rompió su mala racha goleadora estrenándose el pasado 9 de noviembre ante Osasuna, pero apenas suma un gol y cuatro asistencias en 13 partidos entre Liga, Champions y Supercopa de Europa.
Unas estadísticas que reflejan su juego y lo que le está costando adaptarse a este nuevo Real Madrid de Mbappé y Vinicius. No ayuda, ni mucho menos, el baile de posiciones al que se ha visto sometido con Carlo Ancelotti. Ha jugado como centrocampista interior en los dos costados, ha participado como mediapunta y también ha jugado escorado tanto en la derecha como en la izquierda.
Ancelotti da órdenes a Vinicius y Bellingham / AP
Un mareo para el jugador que le ha alejado de la versión dominante del año pasado. Bellingham ya no pisa tanto el área como la pasada campaña, está obligado a un mayor sacrifico defensivo y no tiene excesiva libertad de movimientos debido a la falta de control del Madrid y al liderazgo táctico que Ancelotti ha regalado a Mbappé y a Vinicius. Un rol completamente secundario que no encaja en un jugador de las características de Bellingham, mucho menos después de lo demostrado hace solo un año.
Inglaterra le devuelve la sonrisa
El parón de selecciones sirvió para que Bellingham tomara aire fresco y se reencontrara consigo mismo. Inglaterra le ha devuelto la sonrisa gracias a que Lee Carsley, al que Jude ha mostrado su agradecimiento públicamente, le ha colocado en la posición en la que más brilla.
Secundado por dos centrocampistas como Gallagher y Curtis Jones, el futbolista del Madrid ha actuado partiendo desde la mediapunta pero con total libertad. Se ha movido por el perfil izquierdo, ha tenido incidencia en la creación desde la medular, ha podido deslumbrar con sus elegantes carreras conduciendo la pelota para romper líneas, ha sido clave filtrando pases desde la frontal y ha llegado por sorpresa al área.
En definitiva, Bellingham ha sido un futbolista total. Una versión del todocampista que brilla en todas partes y que obliga a preguntarse si Ancelotti está haciendo lo correcto con el inglés. En solo dos partidos, Bellingham ha dado dos asistencias, ha provocado un penalti, ha tocado la pelota en 183 ocasiones, ha dado 5 pases clave, ha disparado 6 veces (dos de ellas al palo) y apenas ha perdido 30 balones jugando, en muchas ocasiones, en espacios reducidos y tomando riesgos.
Ancelotti debe elegir si sigue preponderando un sistema para intentar que Vinicius y Mbappé brillen o si por el contrario puede equilibrar la situación y lograr que la versión de Bellingham con Inglaterra también aparezca en el Madrid.
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