Gareth Bale es la gran esperanza del club para asumir el papel de líder tras la salida de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, no está respondiendo a esas expectativas y mantiene la misma actitud de siempre dentro y fuera del campo. Es el jugador mejor pagado de la plantilla, pero no asume esos galones y sigue alejado del grupo en el vestuario e individualista en el campo.
Florentino Pérez decidió apostar por el galés antes que por Cristiano Ronaldo al final de la temporada pasada. Su fichaje fue una apuesta personal del presidente que se inclinó por vender al portugués antes que al galés después de ser el protagonista de la final de Kiev. Pero han pasado cinco meses y el dirigente empieza a arrepentirse de su decisión.
MÁS COMPROMETIDO CON GALES
Tras un inicio de temporada ilusionante, el galés ha vuelto a ser ese jugador individualista que apenas conecta con el equipo. A eso se han sumado sus eternos problemas físicos que le obligan a parar y que provocan más dudas sobre su rendimiento. Pidió el cambio en el derbi, no jugó en Moscú ante el CSKA y volvió a resentirse en Vitoria, pero los médicos no detectan lesión alguna.
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A pesar de las dudas físicas, Bale ha querido ir con su selección lo que ha irritado a la cúpula madridista. Están convencidos de que era necesario que descansara para recuperarse de esa fatiga muscular. Sin embargo, ha demostrado más compromiso con Gales que con el Real Madrid. Quiere jugar con su selección a costa de arriesgarse a sufrir una de sus acostumbradas lesiones que vuelvan a privar al Madrid de su concurso. Y llueve sobre mojado.