El galés Gareth Bale volvió a protagonizar ante el Rayo Vallecano otro partido para olvidar. El delantero madridista sigue yendo por libre tanto dentro como fuera del campo y eso se reflejó en que, un partido más, fue a su bola para desesperación de sus compañeros.
Bale volvió a exhibir su desconexión del juego y se limitó a correr por el campo como pollo sin cabeza. Sus compañeros nunca le encuentran.
Al concluir el partido, también desconectó por completo y se fue directamente al aeropuerto sin subirse al autocar del equipo. El galés ha aprovechado los dos días y medio de descanso que ha concedido el técnico madridista, Zinedine Zidane, para desplazarse a su país en un vuelo privado.
precedente
No es la primera vez que lo hace. En otro partido también se fue del Santiago Bernabéu antes de que finalizara.
Su desconexión con sus compañeros se traslada al terreno de juego. No conectan con él en ningún sentido. "¿Qué si tiene la cabeza en el Madrid? Preguntadle a él", responde Zidane cuando le preguntaron por el galés al concluir el partido contra el Rayo Vallecano.
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Bale está sentenciado y si se queda será para no jugar. Al club madridista le cuesta un millón de euros cada partido que juega, todo un derroche por su nula su aportación. Lleva 475 minutos sin marcar, es decir, siete partidos en blancos. Además de no liderar al equipo como el mejor pagado de la plantilla, tampoco asume su rol de finalizador.