Ancelotti, pendiente de la defensa antes del clásico

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, afronta este miércoles el último clásico de la temporada muy pendiente de su defensa, la línea más castigada por las lesiones y en la que menos opciones tendrá a la hora de elegir los once jugadores que saldrán de inicio en el Camp Nou.

A la baja de Ferland Mendy se añadió este domingo los problemas de Antonio Rüdiger en su rodilla, que le convierten en duda de cara al partido de vuelta contra el Barcelona. Ancelotti también tiene muy presente el mal momento que atraviesa Dani Carvajal. Al menos, el técnico italiano recupera para el próximo compromiso a Nacho, que se perdió la goleada ante el Valladolid por sanción, y también vuelve a tener disponible a David Alaba, que jugó sus primeros minutos desde que cayera lesionado en Anfield el 21 de febrero.

La principal preocupación de Ancelotti pasa por confirmar si Rüdiger podrá entrar en la próxima convocatoria. El central alemán será sometido este lunes a pruebas médicas para determinar el alcance de sus problemas en la rodilla. Rüdiger se cayó de la última convocatoria a última hora.

PLAZA FIJA

Militao y Alaba tienen plaza fija en el once del clásico en el eje de la zaga, mientras que el principal dolor de cabeza de Ancelotti será elegir a los dos laterales. En la derecha apostó por Lucas Vázquez contra el Valladolid después de que Carvajal haya quedado muy tocado por la pésimo imagen que exhibió en el anterior clásico y en el último partido que disputó con la selección española en Glasgow. Y en la izquierda escogió a Eduardo Camavinga.

De cara al clásico, el técnico madridista tiene a Carvajal, Lucas Vázquez y Nacho como opciones para la banda derecha y al propio Nacho y Camavinga para la izquierda. Odriozola y Vallejo siguen sin contar para el italiano.

Los servicios médicos del club madridista también están muy pendientes de las molestias de Rodrygo, que regresó del parón de selección con un fuerte golpe en una rodilla. El brasileño fue titular ante el Valladolid y Ancelotti le mantuvo sobre el césped hasta el minuto 82, aunque al sentarse en el banquillo se colocó una vistosa bolsa con hielo en su dolorida rodilla.