Carlo Ancelotti repite que encaja su sistema a las características de sus jugadores. Un estilo inamovible para sacar máximo rédito a cada uno en sus posiciones naturales. Su ‘librillo’ lo siguen muchos entrenadores como Zidane, al que tuvo de ayudante en la 13-14 y que imitó cuando llegó al banquillo hasta aburrir al madridismo. El italiano sigue el mismo camino que Zizou. Empieza a aburrir a la concurrencia con diez jugadores fijos y dos que alterna en la banda derecha. Después, maneja cuatro cambios para sustituir a los fijos cuando no pueden jugar. No cree en las rotaciones, y ha conseguido reducir una plantilla de 25 a 16 jugadores.
Ya se escuchan voces autorizadas en el entorno madridista que cuestionan sus conceptos y que empiezan a ver fecha de caducidad. Se preguntan por qué el club paga a jugadores que ficharon y que mantiene con sueldos millonarios para ni probarlos. Casos como el de Ceballos o Jovic no se entienden, aceptando que Isco, Marcelo y Bale no jueguen porque no serán parte del proyecto del año que viene. La conclusión es que las inseguridades del italiano hacen que no se atreva a sentar a las vacas sagradas, a jugadores que no tienen nada que demostrar aunque no rindan a su nivel habitual.
Dudas en la capital
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Las dudas se empiezan a instalar en la zona noble del Bernabéu, donde se empiezan a preguntar si sería bueno alargar la estancia de un entrenador gane o no algún título. No explotar todos los recursos que tiene es jugarse todo al reintegro pudiendo aspirar al gordo. Sus elecciones reducen su capacidad de maniobrabilidad en un momento de la temporada clave. Jugadores como Carvajal, Casemiro, Kroos o Vinicius no rinden como en la primera parte del curso, pero siguen jugando lo que perjudica a la dinámica del equipo. Además, niega la titularidad a otros con los que cuenta como Valverde, Camavinga o Nacho que elevan las prestaciones del juego si están mejor que los fijos.Ancelotti desaprovecha a nueve jugadores que a estas alturas de la temporada podrían aportar vigor, frescura y en algunos casos talento. Eso supone unos 60 millones netos en sueldos sin rentabilizar. Prescinde de la pegada de Bale, la amenaza de Jovic, la magia de Isco o la inventiva de Ceballos por nombrar a cuatro y sin valorar a Hazard, recién operado. El Madrid se está jugando la Liga y la Champions y lo hace con 10 fijos y 6 variantes pudiendo ser 14. Muchos de ellos están saturados mentalmente de tanto partido y tanta tensión, y físicamente aguantan a duras penas aunque se les note desgastados. Ya ven la meta, pero no se sabe si llegarán primeros en la Liga y si la cruzarán en la Champions.