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El Real Madrid, como ya le ocurriera ante el Sporting de Lisboa en Champions League, salvó los muebles en las postrimerías de su duelo liguero ante un Athletic de Bilbao que erró, en las botas de Williams, dos clamorosas ocasiones. No tanto como la que dispuso Cristiano Ronaldo ya en el tiempo añadido. En un veloz contragolpe, el Madrid pilló absolutamente desprotegido al Athletic y Lucas Vázquez, desde la banda derecha, asistió magistralmente a Cristiano que se plantó completamente solo ante Irazoz. El portugués, de forma incomprensible, tiró al cuerpo del meta vasco cuando tenía toda la portería a su merced... y se marchó del Santiago Bernabéu, otra vez, sin marcar.
Fue el colofón negativo a una noche aciaga para Cristiano Ronaldo a quien, en los últimos tiempos no le sale nada. En los seis partidos de Liga que ha disputado solo ha marcado dos goles, ante Osasuna en su regreso al equipo después de su lesión en la Eurocopa de Europa y frente al Real Betis cuando cerró la goleada (1-6) y, por lo tanto, poca trascendencia tuvo su gol.
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Cristiano fue capaz de marcarle cuatro goles a la débil selección de Andorra y otro a la no menos humilde Islas Feroe. Todas esas prestaciones las puso a la disposición de su selección, pero en el Real Madrid, últimamente, parece ofuscado y lejos de su mejor nivel, impreciso y fallón. Ayer disparó nueve veces a puerta, de los cuales sólo dos fueron entre los dos palos. Ya lleva tres partidos consecutivos de Liga sin marcar en el Santiago Bernabéu. Un registro muy pobre para alguien que aspira a conquistar un Balón de Oro.