El jugador del Real Madrid Sergio Ramos dio un recital de agresiones en el partido Athletic-Real Madrid de la jornada 34 de LaLIga Santander. Además del pisotón a Raúl García en el área blanca, el camero exhibió sus dotes de boxeador en una acción en el área rival, golpeando en el cuello al local Dani García. Una agresión que no vio el árbitro, González González, ni apercibió su ayudante en el VAR, Gil Manzano.
Las imágenes televisvas eran bastante claras. Se ve al defensa madridista corriendo veloz para intentar rematar un balón. Al llegar a la altura de Dani García, Ramos le atiza un mamporro por la espalda en pleno cuello que noquea al jugador del Athletic. Si se tratara de boxeo, Dani hubiera quedado fuera de combate tras el puñetazo de 'Kid Ramos'. El madridista, al acabar la jugada, incluso se extrañó con un curioso movimiento de brazos como diciendo "yo no he hecho nada".
Sea como fuera, la acción pudo suponer tarjeta roja para el central blanco si González González la hubiera visto... o si el extremeño Gil Manzano le hubiera advertido de ello desde la sala del VAR. Ni lo uno ni lo otro. El camero salió impune y pudo continuar el partido hasta el final, siendo decisivo al transformar el penalti por presunto pisotón a Marcelo.
La 'llave' a Salah
No es la primera vez que Sergio Ramos se va de rositas tras cometer una agresión. Hay que recordar que en la final de la Champions League de 2018, el de Camas provocó una lesión en el hombro al jugador red Mohamed Salah que supuso que este no pudiera continuar el partido y fuese sustituido. Una acción que, por cierto, fue censurada... ¡hasta por la Unión Europea de Judo!
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En el partido de este domingo, el Real Madrid pudo derrotar al Athletic por 0-1 y dar así un paso casi definitivo para conquistar LaLiga Santander. No obstante, la falta de apreciación arbitrial le permitió acabar con once jugadores, para alegría de Sergio Ramos.