El 1x1 del Real Madrid ante Osasuna en el Bernabéu

Pocos planos televisivos acaparó el belga. Osasuna apenas pasó de medio campo y en la más clara que llegaron el palo salvó el gol que ya cantaba Moncayola. Afortunadamente para los intereses blancos, no se precisó de ninguna de sus paradas 'milagro'.

Primera vez en el once desde que se recuperó de su lesión. El físico no está ayudando al lateral a poder volver a su mejor versión, pero sus minutos de hoy darán esperanza a Carlo Ancelotti. Eso sí, no se prodigó en ataque tanto como suele.

Ató en corto al Chimy Ávila en las pocas intentonas que buscó el argentino de salir a la contra. Más de una vez se anima con sus excursiones en ataque y en la primera mitad uno de los pocos disparos a puerta del Madrid fue suyo.

Partido con poca exigencia en general para la zaga merengue, que cumplió en las acciones donde tuvo que intervenir. Cada vez más asentado como pareja de baile de Militao en el eje de la zaga. Hoy, a diferencia del Camp Nou, poco pasó de la zona ancha.

Vini es mucho Vini y poco se conjugan por banda izquierda porque el extremo lleva el balón con velcro para encarar. Partido sin pena ni gloria del francés, que terminó siendo sustituido por Marcelo.

El 'stopper' no tuvo el peso en el partido como en otras ocasiones. Llega menos al área que antaño, algo que por otra parte es normal. En esa tesitura y sin que el Madrid pudiera hincar el diente a su rival probó el gol desde más allá de medio campo en el tramo final. Se le fue por poco.

El alemán sigue cogiendo sensaciones después de haberse perdido el primer mes de competición por lesión. El tipo de partido de los segundos 45 minutos, con poca exigencia defensiva y muchos balones pasando por sus botas para filtrarlos en una ordenada defensa le ayudó.

El joven centrocampista francés sumaba su tercera titularidad casi un mes después de la última pero duró sólo la primera parte. Una amarilla -y se jugó la segunda- le lastró y 'obligó' a Ancelotti a sustituirle en el asueto.

Empezó con un ímpetu que se fue diluyendo con el paso de los minutos. La entrada de Rodrygo al inicio de la segunda parte le retrasó a interior derecho, demarcación en la que evidenció que si no se siente cómodo es por algo.

Está con la flechita hacia arriba. Se siente con más confianza que nunca a la hora de encarar y ya ha superado el trauma de ver la portería pequeña. En la primera parte el peligro blanco llegó por su costado pero en el segundo apenas se le vio.

De menos a más. Se le vio poco hasta el descanso pero en la reanudación empezó a echarse el equipo a la espalda como casi siempre en los últimos tiempos. Suya fue la ocasión más clara, con una gran jugada individual que terminó en un disparo que dio ligeramente en el larguero.

Fue el primer cambio de Ancelotti en el lugar de Camavinga. Especialmente en sus primeras intervenciones generó mucho peligro pero paulatinamente el peso del ataque de los de Ancelotti se volcó más por el lado opuesto.

El canterano sigue siendo el lateral de emergencia. Cuando las fuerzas escaseaban en Carvajal él entró en su lugar y aunque puso mucha entrega como siempre no sumó en las intentonas ofensivas blancas.

Lejos de darle los minutos de la basura, Ancelotti confió en el brasileño para que sus cualidades ofensivas aportaran más que las de Mendy en el 'taquigol' blanco. Sin estar a su mejor nivel hubo acciones que recordaron al Marcelo del pasado.

Fue uno de las sustituciones de Ancelotti en el triple cambio del minuto 69 pero en los 25 que jugó apenas se le notó. Son ya muchos partidos en los que el ex del Chelsea pasa de puntillas, ya sea de titular o como revulsivo.