El 1x1 del Real Madrid ante el Levante

La suerte le sonrió en una de las pocas aproximaciones del Levante en la primera parte, y el travesaño evitó el primero local. En la segunda, cuando el Levante empezó a atacar, la suerte la tuvo el equipo, de tenerle. Sus paradas, sobre todo las que le hizo a Bardhi, fueron, una vez más, salvadoras.

El español ocupó el siempre difícil carril derecho del Madrid debido a las numerosas bajas de Zidane en esta posición. Los laterales no fueron los puntos fuertes del equipo en este partido, pero Nacho se limitó a hacer su trabajo defensivo y no se extralimitó en sus funciones.

Con la línea bien arraigada en el campo, en tareas defensivas, el francés se limitó a despejar los balones colgados y a repartir juego desde atrás cuando la sus compañeros en la media necesitaba aire. Una actuación muy seria de Varane que no destacó especialmente.

El poco peligro del Levante no necesitó que el central realizara sus habituales excursiones ofensivas en la primera parte, pero los balones buscaban su cabeza en la segunda. Remató a gol una de ellas, pero entre un fuera de juego milimétrico y una falta sobre el defensa, se lo anularon.

Al francés le costó fijar la posición y perdió algunos balones que podían haber sido peligrosos. Aun así, ayudó a dar profundidad a Vinicius y después a Rodrygo, aunque los dos tuvieron que cubrir su posición en alguna que otra ocasión.

El uruguayo corre hasta dejarlo todo sobre el terreno de juego. Ante el Levante no fue una excepción y estuvo en todas las presiones. Terminó, como no, cansado, pero satisfecho de haber aportado la intensidad necesaria en los momentos más críticos del Madrid.

Le costó entrar en el partido, y cuando lo hizo tuvo que hacerlo con condiciones. Vio la amarilla en el minuto 4 y desde entonces actuó de una manera más reservada, consciente del peligro de poder ser expulsado. Su temprana amonestación marcó el resto de su partido, y aunque realizó un par de entradas al límite, acabó el encuentro sobre el campo.

El centrocampista parecía omnipresente y participó en la mayoría de las acciones ofensivas del Madrid. Fue el encargado de repartir el juego del equipo y corrió a más no poder con Valverde. Se marcharon los dos juntos del campo ya casi sin fuerzas.

La banda derecha resultó ser la que aportó más calidad al ataque del Real Madrid, pero la menos definidora. Asensio repartió mucho juego con precisión y dejando buenos destellos de lo que puede llegar a hacer, aunque no tuvo claridad de cara a puerta en el último tramo del campo.

El brasileño anotó uno de sus mejores goles desde que está en el Madrid, y fue el que permitió que los blancos no sufrieran cuando el Levante despertó. Pese a haber acertado en la primera que tuvo, las demás las acabó desperdiciando sin acertar entre palos.

Sin demasiada fortuna en los primeros 90 minutos, el francés remató todo lo que pudo. El palo izquierdo le privó de su primer gol y las piernas de los defensas, de las otras que intentó. En el 94 acabó a gol un contraataque cuando el Levante ya estaba todo en campo contrario y pudo sumar uno más en su cuenta goleadora.

El brasileño anotó uno de sus mejores goles desde que está en el Madrid, y fue el que permitió que los blancos no sufrieran cuando el Levante despertó. Pese a haber acertado en la primera que tuvo, las demás las acabó desperdiciando sin acertar entre palos.

En los mejores minutos granotas, los extremos blancos tuvieron más trabajo defensivo que ofensivo.

Sin tiempo para demasiado, el malagueño aguantó los balones y trató de calmar el ritmo granota.

Fue la principal sorpresa del once titular. Salió con Isco en los minutos finales e intentó combinar con sus compañeros.