El 1x1 del Real Madrid en la ida de Champions ante el Chelsea

Fue clave en los primeros minutos evitando un gol cantado de Werner, aunque pudo rematar mejor el alemán. Hace tiempo que dejó de generar debate. Pulisic le regateó en el 0-1 en el que le dejaron vendido. Paró todo lo demás con solvencia.

Se prodigó en ataque mucho menos de lo que suele, y eso que hoy ejercía de carrilero derecho. Correcto en defensa, aunque se jugó el penalti en un empujón a Chilwell al inicio de la segunda mitad. No acabó el partido, pues aún no tiene 100% el ritmo de competición tras su lesión.

Como viene siendo habitual desde la ausencia de Ramos, el ex del Oporto ha crecido. Empezó dubitativo y saltó antes de tiempo en la primera en la que Mount se le acercó. Aprendió la lección y fue a más. Peinó el balón que habilitó a Benzema para el 1-1.

El más experimentado de la zaga en este tipo de partidos, tuvo que mandar con Nacho y Militao ante los constantes ataques de los 'blue'. Pulisic se metió entre su espalda y Nacho para hacer el 0-1. Tuvo de cabeza el 2-1 al final.

El primer despiste del partido le costó el gol al Real Madrid. Pulisic se le fue por velocidad en el pase que puso Rüdiger a la espalda de la defensa y luego ya no pudo hacer nada para evitar el tanto.

El Chelsea explotó a más no poder el costado izquierdo. Ahí encontró una autopista en el carril de Marcelo, nulo en ataque y superadísimo en defensa. Sus mejores años ya pasaron. Fue sustituido por Asensio en el 77'.

Con la sobrepoblación en el centro del campo y sus problemas de espalda, el croata apenas tuvo peso en el partido. Pases horizontales de poca exigencia, lejos de romper líneas como suele.

Raro es el día en el que no se acompaña al brasileño de este adjetivo. El partido exigía no dudar si había que meter la pierna y en eso Casemiro es el rey. Se empleó, por eso, dentro de la legalidad. El Chelsea reclamó falta suya en el salto que originó el 1-1.

Es el que más llevó la manija del equipo, aunque sólo pudo en la segunda mitad cuando la exuberancia física del Chelsea bajó el nivel. Siempre llevan peligro las jugadas a balón parado que nacen de sus botas.

No pudo repetir su noche mágica ante el Liverpool. El 3-5-2 aleja a Vini del extremo, donde mejor puede desbordar. Impreciso y poco participativo, fue el primer cambio de Zidane.

Es más de medio ataque del Real Madrid. Él solo se cocinó la primera llegada con un disparo que besó en el palo y él marcó el 1-1 que frenó la sangría blanca. En la segunda mitad tuvo menos presencia pero su tanto vale su peso en oro.

Salió en lugar de Vinícius pero la modificación apenas cambió nada para el Real Madrid. El reencuentro con su exequipo no fue cómo se esperaba. No termina de tener la chispa que sí exhibió en Londres.

No le quedó otra a Zidane que tirar de Odriozola a pesar de la poca confianza que tiene en él. Sin Valverde, con covid-19, el relevo de Carvajal tuvo que ser el vasco. Acabó con tarjeta tras parar a Rüdiger cuando se prodigaba en una prometedora jugada de ataque.

Salió en el lugar de Marcelo. No cambió el dibujo Zidane y en el carril zurdo -rara posición para él- estuvo bastante contenido el balear, aunque siguió siendo la banda favorita de los 'blue'. Nada en ataque.

Salió en el 92 por Benzema, pero no llegó ni a tocar el balón.