El Real Madrid superó al Espanyol y sumó su primer triunfo en el Bernabéu en la Liga en la presente temporada. El conjunto blanco tuvo a Isco en su referencia, tanto en la elaboración del juego como en la definición, como se vio con sus goles. Los de Zidane no necesitaron pisar el acelerador para derrotar a los blanquiazules, que solo inquietaron un poco en la segunda mitad.
La principal preocupación madridista era cubrir las bajas de los dos laterales titulares, Carvajal y Marcelo, y el joven Aschraf por la derecha y Nacho, por la izquierda cumplieron sobradamente. En ataque, Cristiano estuvo ofuscado ante la portería.
Keylor Navas, portero
Decisivo
Evitó que el Espanyol se metiera en el partido con una parada de grandes reflejos a disparo de Marc Roca. El costarricense se mostró rápido en las salidas y bien colocado para evitar males mayores en algunos despistes de su defensa.
Achraf Hakimi, defensa
Atrevido
Al joven lateral le tocó la papeleta de cubir la ausencia de Carvajal y se le vio con mucho desparpajo. Subió de forma constante al ataque, si bien con más corazón que acierto. El Espanyol colaboró a que tuvieron un partido plácido y le buscó poco la espalda.
Raphaël Varane, defensa
Dubitativo
Alteró buenos cortes defensivos con desaciertos en la salida del balón. Su sincronización con Sergio Ramos no fue como en otros partidos y el Espanyol, a través de Gerard Moreno, trató de aprovecharlo, aunque con poca puntería.
Sergio Ramos, defensa
Despistado
El capitán del Real Madrid se convirtió a menudo en el mejor aliado de los españolistas. Ramos cometió errores de colocación y tuvo una pérdida letal que pudo significar el empate. Su mejor virtud se centró en el inicio del juego desde la defensa.
Nacho, defensa
Sólido
En esta ocasión le tocó jugar en el lateral izquierdo y demostró que tiene capacidad para actuar en cualquier sitio de la defensa. Cuando no le llegaron las piernas, recurrió a las faltas y así vio una amarilla por agarrar a Batpistao. En ataque estuvo más que correcto.
Casemiro, centrocampista
Duro
Cada partido es la misma historia. El medio centro blanco se dedica a repatir con total impunidad de los árbitros. Fue amonestado, pero realizó faltas para ver más de una amarilla. En muchas ocasiones estuvo poco arropado para cortar el juego blanquiazul. En ataque jugó fácil.
Luka Modric, centrocampista
Fugaz
No tuvo un partido especialmente brillante ni tuvo regularidad, aunque siempre se deja notar en el partido. Cuando el balón pasaba por sus notas el fútbol del Real Madrid mejoraba. El Espanyol trató de vigilarle de cerca, aunque ello no siempre es fácil.
Toni Kroos, centrocampista
Apagado
El alemán dejó detalles de su calidad, pero no tuvo consistencia en la creación y cuando el partido se rompió en el segundo tiempo, le costó bajar a defender. Zidane lo sustituyó por Lucas Vázquez en busca de mayor mordiente.
Isco Alarcón, centrocampista
Inspirado
El centrocampista se convierte en un jugador de un nivel impresionante cuando tiene el día. El Espanyol lo sufrió y no pudo hacer nada para frenarle. Se movió por todo el campo con mucha clase y, por si fuerta poco, marcó los dos goles.
Marco Asensio, centrocampista
Talentoso
El mallorquín imprime un sello particular al Real Madrid. Activa el juego con su cambio de ritmo y tiene mucha calidad de pase. Es un futbolista que en estos momentos aporta mucho más que cualquier otro miembro de la BBC, que tuvo a Cristiano como único representante.
Cristiano Ronaldo, delantero
Ofuscado
Dio un pase de gol a Isco, pero se le notó nervioso durante todo el partido porque no era capaz de marcar. Tuvo el punto de mira desviado y se precipitó a menudo cuando tenía el balón en zona de peligro. No ocultó su desesperación porque aún no se ha estrenado en Liga.
Lucas Vázquez, delantero
Gris
Salió con la intención de subir una marcha el juego del Real Madrid, pero apenas se le vio.
Dani Ceballos, centrocampista
Premiado
Tuvo unos minutos como recompensa de su buen partido en Vitoria, donde salvó al Real Madrid.
Borja Mayoral, delantero
Anecdótico
Solo salió para que Isco se pudiera llevar la ovación de la noche.