El 1x1 del Real Madrid ante el Elche

La Copa es su competición. Al menos hasta el momento. Habrá que ver qué sucede si llegan rivales de enjundia. La falta de exigencia ha impedido ver realmente de lo que es capaz el ucraniano a sus 22 años. El Elche apenas no le puso a prueba. Despejó una buena falta. Ceballos le dejó vendido en el gol.

Se ha hecho un sitio en el lateral derecho gracias a los recurrentes problemas musculares de Carvajal. Pero no es defensa y sigue notándosele. No estaba donde tenía que estar cuando vio la roja Marcelo.

El hombre para todo de la defensa del Real Madrid volvió a superar otro examen con nota. Un día más sin hacer ruido. Siempre está cuando se le necesita.

Ante la ausencia de Militao por sanción, Ancelotti se vio obligado a alinearle a pesar de los problemas físicos que a punto estuvieron de dejarle fuera de la final de la Supercopa en Arabia ante el Athletic. Se equivocó en una falta al borde del área que a punto estuvo de costar un disgusto a los blancos. De más a menos.

La roja que vio en la prórroga por una entrada como último hombre dejó a su equipo desnudo. Lo que te da en ataque no vale todo lo que te quita en defensa. Del centro del campo para arriba continúa siendo un quebradero de cabeza para las defensa rivales. Atrás, sin embargo, es un tiro al pie.

El héroe de la Supercopa regresó a la titularidad como interior derecho. La sombra de Luka Modric, sin embargo, continúa siendo demasiado alargada para él. Volvió a lucir zancada, pero se le debe pedir más porque lo tiene. Atrás ayudó a achicar agua a Camavinga cuando el galo necesitó de ayuda.

Ancelotti sigue empeñado en convertirlo en mediocentro puro. Dio descanso en la Copa a Casemiro. Y se asomó al área, algo que no había hecho en los últimos partidos en los que había contado con minutos. Fue la nota positiva. La negativa, que nunca consiguió dar buena dirección a sus disparos desde el balcón del área, que fueron varios.

En su línea de siempre. Regaló pases de todos los colores. En corto y en largo. Ancelotti le ha dado las llaves del equipo esta temporada y no está decepcionado. En las labores más sacrificadas tampoco desentonó.

Brilló en el regate como nunca. Dejó tres seguidos en la segunda parte de altura. Pero en los últimos metros le sigue faltando esa pizca de maldad para hacer daño de verdad.

Todo su bagaje en ataque fue caer dos veces en fuera de juego. Ni se asoció, ni trabajó los espacios ni nada de nada. Volvió a mostrar su peor versión después de dejar detalles interesantes en un par de partidos del mes de diciembre.

Fue el futbolista más peligroso del Real Madrid otra vez, pero estuvo fatal en la toma de decisiones. Cuando tenía que haber pasado optó por disparar y cuando estaba el compañero solo buscó puerta. Sin Benzema no es lo mismo para el brasileño. Sufre la ausencia del francés más que nadie.

Entró por Camavinga en el minuto 71. Y solo cinco después rozó el gol con un zapatazo envenenado desde fuera del área que despejó Werner a córner con problemas.

Relevó a Valverde a la par que Casemiro entró por Camavinga. Era la CMK al rescate. Y está vez la vieja guardia hizo aguas. El croata no tuvo la clarividencia de sus grandes noches.

Saltó al campo a falta de diez minutos para el final para jugar de falso nueve. Apenas entró en contacto con el balón, pero cuando lo hizo fue para marcar en una acción de puro delantero que resolvió al primer toque, no sabemos si queriendo o sin querer.

Ni estaba ni se le esperaba. Pero cuando apareció fue para matar. El belga ganó la espalda a la zaga del Elche en el tramo final de la prórroga para dar el triunfo a su equipo con un gol que puede servirle para ganar algo de confianza.

Desvió el balón en el gol del Elche, lo que impidió a Lunin ver la trayectoria del disparo de Verdú. Le falta todavía muchísimo rodaje.

Salió para perder tiempo.