En la Costa Azul, rodeados de yates, joyerías, dinastías reales y un agradable clima mediterráneo, el multimillonario proyecto de Qatar Sports Investment se pegó otro 'morrazo' de época. El título liguero parece encarrilado, pero no será suficiente para Pochettino and company después de la morterada de petrodólares invertida por los jeques. Equipo sin alma, espíritu y con un elenco de estrellas protestonas, que acabaron arrolladas por un Mónaco intenso y con ansia europea.
El lujo lo puso el cuadro del Principado, especialmente Wissam Ben Yedder que ostentó talento con un remate de espuela que petrificó a Donnarumma. El 1-0 para los de Philippe Clément reafirmó la justicia del fútbol, dominadores del primer tiempo ante un PSG deslavazado en todos los sentidos. El rigor y oficio de Marquinhos, Kimpembe y Mendes evitaron que el resultado al intermedio fuera sangrante. Un control defectuoso de Nübel a cesión de Badiashile fue lo más cercano al gol que estuvieron los de la 'ciudad de la luz'.
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La efervescencia tras el receso le duró al PSG lo que le dura una cerveza al sediento. El Mónaco se metió en la cueva, supo sufrir alguna tímida acometida de Mbappé y sentenció con un contragolpe académico. Fofana, Ben Yedder y Aguilar gestaron una triangulación que Volland consumó. Con 'les parisiens' en la lona y más aspavientos que fútbol, Kimpembe derribó en el área a Volland para que Ben Yedder, con suspense, firmara la debacle capitalina.