La asociación de gitanos del barrio de Gracia de Barcelona se fue a Cracovia a llevar alimentos y a traer refugiados ucranianos. A la vuelta Keylor Navas se enteró y acogió a 30 de ellos en su casa.
Compró 30 camas que instaló donde tiene la sala de cine, su mujer les hizo la comida, les dieron ropa e hicieron un culto evangelista ya que el portero del PSG también es evangelista.