Con 28 días de diferencia, Marc y Àlex Márquez se han proclamado este año campeones del mundo en sus respectivas categorías, MotoGP y Moto2, convirtiéndose, por segunda vez en la historia, en los primeros hermanos que ganan un título de motociclismo de velocidad el mismo año. El precedente fue en 2014.
Sus éxitos, la conexión entre ambos y su forma de ser, junto a las raíces que les acompañan, les han hecho partícipes del Premio Valores Familia, el primer premio en España instaurado para premiar a la familia de las grandes estrellas del deporte.
La distinción es un reconocimiento al entorno que hace posible que los grandes deportistas crezcan, se desarrollen y se eduquen en un entorno que siempre es una de las claves del éxito final. Sean los padres y madres, los hermanos y hermanas, o cualquier otro miembro del círculo familiar más íntimo, los seres queridos son los que más han invertido en sacrificios, en meses o años invertidos de sufrimiento, siempre en un segundo plano. Poner en valor el acompañamiento que hacen estas familias y su comunión es la finalidad de este premio.
La familia Márquez es un claro ejemplo de ello. La afición del padre, Julià, y del tío, Ramon, que es quien lidera el club de fans de ambos, hizo mella en unos chavales que desde muy pequeños van en moto con el consentimiento de la madre, Roser Alentà, que siempre ha estado a su lado.
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La conexión entre la familia, entre los hermanos, es tan grande que no solo se entrenan juntos sino que el año próximo compartirán box dentro de la estructura del equipo Repsol Honda, el equipo de los sueños para cualquier piloto. Además, entre Marc y Àlex ya suman diez títulos mundiales ocho para el primero -seis de MotoGP en siete años- y dos para el segundo, el pequeño.