Jack Wilshere, centrocampista del Arsenal que esta temporada está jugando en el Bournemouth cedido, mantendrá en los próximos días un cara a cara con Arsene Wenger para intentar convencerle de que le deje volver a los 'gunners' la próxima campaña.
El jugador, sin embargo, lo tiene difícil, ya que el Wenger no parece estar por la labor de recuperarlo para su equipo.
Las constantes lesiones que ha sufrido y, sobre todo, su comportamiento en el pasado -lo pillaron fumando y en alguna que otra salida nocturna, con peleas en discotecas incluídas- lo tiene grabado a fuego en su memoria el técnico francés y su regreso parece poco probable, aunque Wilshere, que tiene previsto casarse el próximo verano, intentará hacerle ver que ha cambiado y que ya es un buen chico.
El Bounemouth tampoco ha demostrado ningún interés en seguir contando con el centrocampista la próxima temporada y ningún otro club de la Premier ha preguntado tampoco por él, que actualmente se recupera de una fractura en la pierna que sufrió en un encontronazo con el jugador del Tottehnam Harry Kane.
Así las cosas y con un futuro bastante negro en la Premier League, Jack Wilshere, contempla como último recurso la posibilidad de irse a jugar a China, como han hecho tantos otros futbolistas de renombre en los últimos años.
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Si Wilshere no consigue el sueño de triunfar en el Arsenal, probablemente tenga que 'conformarse' con llenarse los bolsillos jugando al fútbol en el país asiático.