Acostumbrado a historias de derrotas, fracasos y dolor, el West Ham United saborea parcialmente un sabor que se le hace extraño: el de la Champions League. Su cuarta posición en la Premier League dejaría a los dirigidos por David Moyes clasificados para la próxima edición de la competición de clubes más importante del mundo.
El sonoro martillazo a la mesa de los ‘hammers’ hizo ruido especial en la última jornada, venciendo al Tottenham de José Mourinho en el Olímpico de Londres por 2-1. Ahí certificaron la cuarta posición con dos puntos por encima del Chelsea, cinco arriba del Everton, nueve delante de los ‘spurs’ y hasta once con ventaja respecto al Arsenal de Mikel Arteta. Y es que sus resultados, lejos de la casualidad, han estado con tono muy optimista tras el mercado invernal.
MERCADO PARA FORTALECERSE
En invierno sufrieron la salida de, quizá, su mejor jugador: Sébastien Haller. El alemán, figura del Eintracht incluso por encima de Jovic, llegó a Londres por 50 ‘kilos’ en 2019, siendo el fichaje más caro de la historia del club. Sin un buen rendimiento estadístico en su pasaje por West Ham, los de Ámsterdam se lo llevaron por 22,5 millones.
Y los ‘hammers’ actuaron rápido: Saïd Benrahma, el más caro del mercado invernal, y Jesse Lingard como cedido fueron sus armas elegidas. Y el resultado, al menos con el segundo, ha sido inmediato: tres goles en cuatro partidos, incluido un doblete y el definitivo gol contra el Tottenham.
LA PRIMERA VEZ
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Ni antes con la Copa de Europa ni ahora con la Champions League. Los ‘irons’ jamás han estado en el torneo continental más grande de Europa, y sus aventuras se han fijado en cuatro Recopas del continente (un título), una Copa Intertoto (con título también), dos copas de la UEFA y dos Europa Leagues, la última de ellas en 2017.