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Troy Deeney, de la cárcel a liderar al Watford

El delantero inglés fue condenado a diez meses de prisión por una pelea, y cumplió tres por buena conducta

Junto con Deulofeu, han llevado ahora al Watford a la final de la FA Cup

Deeney celebra su gol de penalti ante los Wolves / | sport
Jordi Delgado (@jdelga12)

El delantero del Watford, Troy Deeney, ya es historia del Watford. Además de marcar el gol que llevaba al Watford a la prórroga de la semifinal de la FA Cup ante los Wolves, es el máximo goleador histórico de los hornets. Pero su historia personal es aún más apasionante que la deportiva.

La suya es una historia de superación, de valores humanos incluso siendo una estrella de la Premier League. Una historia que pocas veces se conoce de un jugador de fútbol.

Deeney, de hecho, es un jugador que ha estado en la cárcel. En un principio, fue condenado a diez meses de prisión, pero al final cumplió solo tres por buena conducta y por ser su primera condena.

La sentencia en contra de Deeney llegó por una pelea en la que tomó parte en el centro de Birmingham. En un momento de ésta, Deeney pateó en la cabeza a un joven en el suelo. La acción la grabaron las cámaras y llevaron al jugador delante de la justicia: “Este es mi arrepentimiento más grande. Es lo único de lo que no me gusta hablar”.

En ese momento, Deeney ya era jugador del Watford, que militaba en segunda división. Dos años antes, el equipo había pagado 500.000 libras por él.

“En un segundo, olvidé lo que era y quien era. Mi hermano se enganchó en una pelea y fui como una apisonadora a todos los que estaban en el camino. Pensé: ‘Vale, hasta que encuentre a mi hermano, alguien está en el camino’. Las únicas personas a las que no pegué eran personas que conocía. Los otros eran todos un objetivo”, se confesó en una entrevista muy personal a Daily Mail.

Deeney afirma haber aprendido de esa experiencia, y el fútbol siempre ha sido su objetivo número uno. Diez días después de cumplir condena, el jugador volvió a vestir la camiseta del Watford, aunque con un brazalete electrónico en el tobillo que tenía que llevar durante los partidos.

Ir a la prisión es lo mejor que me ha pasado. Los dos años antes de eso me pensaba que era un hombre porque podía salir, beber y pagar por todo a todos”, dijo Deeney.

La historia de Deeney se rebobina hasta su infancia, a priori complicada, aunque él considera que no fue “mala”. Pasó gran parte de ella en una villa pública construida por el gobierno británico, donde hay casas, tiendas y escuelas, cerca de la ciudad de Birmingham. Su padre les abandonó antes de que él naciera, y su padrastro, quien considera su padre, se pasó la infancia de Troy entrando y saliendo de la cárcel.

“Me levantaba cada mañana preocupado por pensar si podría pagar 50 libras a mi madre para el alquiler. Esto es presión. Capitanear al Watford en la Premier League no es presión. Es joya, una razón para sonreír”, dijo Deeney en Daily Mail.

Troy no habla de los crímenes de su, ahora, difunto padrastro por culpa del cáncer. El mismo Troy contó en Daily Mail que cuando era pequeño, sus ausencias en casa las vivía como viajes de negocios: “Nos protegía de todo eso. Siempre sentí que estaba ahí para mí”. La memoria de su padrastro aún es muy viva en Troy, y su amor por él, incondicional. El jugador tiene varios tatuajes en el brazo derecho en su memoria.

Mi padre biológico nos abandonó antes de que yo naciera. La manera en que lo veo es que es solamente un donador de esperma”, dice Deeney sobre su padre.

 De hecho, la pelea que cambió la vida de Deeney fue justo la misma semana en la que a su padrastro le anunciaron que padecía cáncer. En su brazo izquierdo tiene otro tatuaje muy revelador que define su vida: “He luchado una gran lucha. He acabado la carrera. He mantenido la esperanza”.

Capitán ahora del Watford, el es fundador también de la Fundación Troy Deener. Lanzada al público en 2017, la fundación del jugador y su mujer trata de ayudar a los niños con dificultades de aprendizaje y enfermedades que limitan su día a día.

“Creemos que cada niño tiene el derecho de sentir que pueden tener una vida normal y que se le puedan dar las mismas oportunidades, sean cuales sean sus circunstancias”, dice Deeney de su fundación.

Padre de dos hijos, ha pasado página de su pasado, y es ya héroe del Watford, con quien consiguió ascender a la Premier y ser parte ahora de unas de las mejores épocas del equipo hornet.

“No hay nada más importante para mí que mis hijos. Gracias a jugar al fútbol, he sido suficientemente afortunado como para ser capaz de darles un inicio de vida que nunca tuve yo cuando me crié en una casa de consejo en Birmingham”, dijo Deeney para su fundación.

 

Deeney aprendió de sus errores en 2012, se levantó superando muros y continuó luchando por lo que quería. Ahora, el club que confió en él pese a las circunstancias, el Watford, se encuentra en un momento dulce en parte gracias a los goles de Troy. El próximo objetivo es levantar la FA Cup delante de otro muro a superar, el Manchester City de Guardiola.