A estadio nuevo, victoria asegurada. El cuadro 'spur' tuvo que esperar hasta la segunda mitad para ajusticiar al Crystal Palace y inaugurar el estadio como se merece. Son y Eriksen le quitaron el polvo a las redes del nuevo Tottenham Hotspur Stadium. Los londinenses ya ganan en la que será su casa en los próximos años.
Pochettino volvió a apostar por sus cuatro fantásticos habituales para derribar el presumible muro que iba a plantear un técnico tan experimentado como Rodgers. Kane y Son picoteaban la zaga rival y Eriksen y Alli entraban desde la segunda línea. El plan establecido no era nada malo pero faltó picardía y acierto en los metros finales.
Sobre todo en la primera mitad. El cuadro de Pochettino, como no podía ser de otra manera, salió a hacerse dueño de la posesión del esférico ante un Crystal Palace contemplativo, quién sabe si por el miedo escénico de ser el invitado de honor al nuevo estadio 'spur'. Con ese póker de jugadores del que hablábamos parecía imposible que no hubiera ocasiones. Y claro que las hubo, pero los de Pochettino no estuvieron nada finos en el área rival.
Kane, Rose, Alderweireld, Son... Todos lo intentaron y todos acabaron errando ante la atenta mirada de un Guaita que tenía que mirar al cielo para creérselo: no había encajado a pesar de todo lo que había tenido el Tottenham. La fiesta del Tottenham Hostpur Stadium debía esperar.
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En la segunda, por fin llegó el premio que tanto ansiaba el cuadro 'spur'. Jugada individual de Son y el coreano, con un disparo mordido, bate a Guaita. La afición saltó de alegría pero tocaba rematar la faena. Y de eso se encargó el bueno de Eriksen para asegurar una importante victoria en un escenario sin igual. El Tottenham ya gana en casa.