Tuvo que trabajar fuerte el Tottenham para llevarse la victoria de Turf Moor. Un Burnley que tan solo sumaba un punto de 15 posibles propuso uno de esos encuentros duros y poco atractivos para el espectador neutral, duelo que los ‘spurs’ solo pudieron llevarse a balón parado.
Un córner peinado en el punto de penalti por Harry Kane fue cabeceado por Son en el segundo palo al fondo de las mallas en la recta final del duelo. Los de Mourinho, que este curso se habían caracterizado por su potencia en ataque, cayeron en la trampa de los ‘clarets’ y solo la estrategia pudo desatascar el encuentro a su favor.
Una vez más sin Gareth Bale, los delanteros del Tottenham tendrán pesadillas durante varios días con los centrales del Burnley, Long y Tarkowski. Los dos defensores se desfondaron y estuvieron muy cerca de dejar a su rival a cero, pero el balón parado echó por tierra todo el trabajo realizado.
Ambos, junto a la faena de todo el equipo de Sean Dyche, desesperaron al Tottenham, que cedió varias oportunidades al filo del descanso que Lloris acertó a atajar.
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Pero ninguna tan clara como el testarazo de Tarkowski a la salida de un córner que, con el meta francés de los ‘spurs’ batido, Kane despejó bajo palos. Poco después, también a la salida de un saque de esquina, Son acertaría con la meta rival.