El Chelsea necesita un pretexto y ha pensado en Antonio Rüdiger. El club inglés presentó sus resultados con números rojos en la temporada 21-22 y un agujero de 140 millones de euros que justifica como gastos extraordinarios y pérdidas de ingresos como consecuencia de las sanciones administrativas tras la invasión de Rusia a Ucrania porque el club era propiedad de Roman Abramovich.
Según el Chelsea esas sanciones motivaron que no pudieran ingresar de varias de sus fuentes habituales y tampoco firmar nuevos compromisos con los jugadores de su plantilla en ese mismo momento.
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Y para justificar esos resultados negativos ante la Premier League, que podría condenar al Chelsea por una posible ruptura de sus reglas financieras, el club blue ha decidido utilizar la marcha de Antonio Rüdiger al Real Madrid como pararayos.
Así según informa Daily Mail, el Chelsea defenderá que esas pérdidas no son reales y que las sanciones por ser propiedad de Roman Abramovich costaron apenas unos pocos millones de libras.
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El Chelsea argumentará su falta de capacidad para negociar nuevos contratos de jugadores durante ese periodo final de la propiedad rusa a causa de las sanciones administrativas y apuntarán a la marcha de Rüdiger al Real Madrid como una pérdida de ingresos en el supuesto de que se les acuse de saltarse las reglas financieras de la Liga. El Chelsea expondrá que dejó de ingresar una importante cantidad de dinero por su traspaso, aproximadamente unos 40 millones de euros.