Ser una superestrella del deporte implica muchas cosas positivas que cualquiera se encarga de recordar a cada momento. Sin embargo, pocas veces se habla de la parte oscura que viene acompañada de llegar a la élite, las dificultades que conlleva mantener una vida acarreando el peso de ser siempre el centro del debate.
Cada vez son más los deportistas que se sinceran sobre sus problemas de salud mental con el objetivo de visibilizar un problema que parece que muchos no entienden. El último en abrirse de esta manera ha sido Richarlison, que ha desvelado que padeció depresión después del Mundial de Catar 2022.
El jugador brasileño reconoce que, durante esa época, las cosas se tornaron extremadamente complicadas en su vida: "Después del Mundial iba a entrenar y ya quería volver a casa, a mi habitación. No sé qué me pasaba por la cabeza. Incluso le dije a mi padre que iba a dejar el fútbol. Acababa de jugar un Mundial, estaba en mi mejor momento, pero estaba llegando a mi límite. Estaba en depresión, con ganas de rendirme. Yo, que parecía mentalmente fuerte, después del Mundial parecía como si todo se viniera abajo", reconoce.
La ayuda psicológico le salvó la vida
Richarlison recuerda con amargura esos meses, donde estuvo a punto de rendirse: "Sólo yo sé lo que pasé después del Mundial, y también descubrieron cosas de personas que vivieron conmigo durante más de 7 años. Fue una locura. Sufrí muchos ataques después de la Copa del Mundo. Fui a ver a mi padre, que era quien había perseguido mi sueño de jugar al fútbol conmigo, y le dije: ‘Papá, me quiero rendir'".
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El jugador recurrió a la ayuda psicológica para salir de la situación: "El psicólogo me salvó la vida, porque solo pensaba en basura. En Google solo buscaba cosas malas, sobre la muerte… Y hoy puedo decir: busca un psicólogo, es muy importante", concluye.