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Premio gordo para el United y consolación para el Leicester

Los 'devils' jugarán la Champions, mientras que los 'foxes' se conforman con la Europa League

Bruno Fernandes anotó de penalti y Lingard condenó un grave error de Schemeichel

Vardy y De Gea tuvieron sus más y sus menos tras un pisotón del inglés / | sport
Jonathan Moreno

No disputaba la máxima competición continental el Manchester United desde abril de 2019, en unos cuartos de final en los que fueron barridos por el Barcelona. Con poco peligro y menos fútbol, los del noroeste inglés aprovecharon un penalti sobre Martial ejecutado por Bruno Fernandes para cubrir el expediente. Lingard sentenció en 98'. Ley del mínimo esfuerzo. Máximo premio para los 'devils' y Europa League para el Leicester.

Primer tiempo de sesteo en el King Power. A Solskjaer y compañía les valía un punto para asegurar la Champions e imprimieron un ritmo de solteros contra casados. Especialmente Paul Pogba, al trote cochinero, se limitó a entregar el balón a Bruno Fernandes cada vez que entraba en juego. Ocasiones, las mínimas y el ya habitual suspense de David de Gea. Falto de cariño y confianza el madrileño. Entre Tielemans y Vardy a punto estuvieron de hacerle lío.

Dos fogonazos mancunianos en el añadido. Martial se topó con un mar de piernas ‘foxes’ y Rashford, a bote pronto, probó la rigidez de las manoplas de Schmeichel. 

Como Ben Johnson en Seúl, el Leicester salió con los ojos inyectados en sangre tras el receso. Las noticias de Stamford Bridge obligaban a los de Brendan Rodgers. Achicando agua el United, justo cuando más arreciaba el campeón de 2016 y el imprevisible clima británico. Vardy estrelló un escorzo contra la cruceta tras falta lateral del belta Tielemans.  

 

Pero el United aprovechó una recuperación de Greenwood sobre Choudhury para forzar un doble penalti de Evans y Morgan sobre Martial. No perdonó Bruno Fernandes, artífice del lavado de imagen de los ‘red devils’. Al portugués le ha bastado medio curso para meterse a la afición en el bolsillo. Ya en el añadido, Schmeichel quiso driblar a Lingard y regaló el 0-2. Anecdótico.