Quedan pocos días para la vuelta al trabajo y los jugadores aprovechan al máximo sus vacaciones. Prueba de ello es lo bien que se lo pasó Peter Crouch, delantero del Stoke City, en una famosa discoteca de Ibiza.
El espigado goleador, que compartirá vestuario esta temporada con el exbarcelonista Marc Muniesa, se dejó ir junto a su esposa, la modelo Abbey Clancy. Crouch, visblemente afectado por los efectos del alcohol, se movía en la discoteca llevando a hombros a su mujer hasta que la dejó caer sobre la pista.
LAS IMÁGENES DEL 'BAILE' DE CROUCH
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