Pedro Rodríguez abandonó su papel de secundario de lujo para convertirse en el héroe inesperado... Y merecido, de un domingo trascendental y que catapultó al Chelsea en su carrera hacia el título. El líder acabó llevándose una goleada (0-3) de Goodison Park que abrió el canario, con un zapatazo mayúsculo, para desencallar un partido hasta entonces muy incómodo frente al Everton.
El líder goleó con las dianas de Cahill y Willian, pero fue el 0-1 del canario, a los 66 minutos, el que valió su peso en oro en una tarde feliz para los blues, que ya se sienten favoritos sin reservas y sin necesidad de esperar a los resultados que pueda cosechar el Tottenham.
Acostumbrado a ser acompañante en un equipo donde Hazard, cuyo futuro es producto de toda clase de especulaciones, se lleva todos los elogios y Diego Costa adquiere el papel de trasdendental, Pedro se rebeló y tomó el papel de decisivo, cuando más le estaba costando a su equipo romper la ferrea defensa.
El Everton de Koeman, que ya no tiene apenas nada que decir esta temporada, mantuvo el 0-0 con mucho trabajo, atando en corto a Hazard para evitar que el Chelsea pudiera combinar y acercarse a la meta de Stekelenburg. Le salió bien el plan a los toffees durante más de una hora... Hasta que explotó el partido.
Pedro tomó un balón fuera del área y mirando hacia el extremo, se revolvió, levantó la mirada y soltó un zurdazo monumental que se coló por la escuadra de Stekelenburg, impotente ante la brutalidad del disparo del ex azulgrana. Una diana excepcional. Y una diana con sabor a victoria.
El Everton resistió 66 minutos y acabó entregado a un líder incontestable
Lo fue porque a partir de ese momento el Chelsea pudo jugar con más comodidad ante la necesidad de adelantar sus líneas del Everton, lo que multiplicó las opciones del equipo de Conte. Y llegó la sentencia, afortunada, en una falta lanzada por Hazard que remachó casi sin querer Cahill al despeje del meta local.
Se acabó toda discusión. Entregado a la fatalidad, consciente de su derrota, el Everton bajó los brazos y Willian, en su primer contacto con el balón (acababa de entrar sustituyendo al belga), anotó el 0-3 con el que el Chelsea convirtió una ajustada y trabajada victoria en goleada.
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