Dimitri Payet, que está en el punto de mira de los aficionados radicales del West Ham, ha sido puesto bajo protección las 24 horas del día mientras no se solucione su futuro. La decisión del club inglés no es ni mucho menos gratuita, teniendo en cuenta los incidentes que provocado hinchas violentos molestos por su deseo de fichar por el Olympique de Marsella. Después de que le pisotearan una camiseta y de que le rayaran y le lanzaran un ladrillo a su coche, los últimos actos vandálicos han venido a demostrar que Payet es el enemigo número uno de un sector de la afición.
La semana pasada, mientras el jugador se encontraba e Francia visitando a su familia, un grupo de radicales no identificados lanzó huevos a las ventanas de su casa de Londres. Eso motivó al club a ponerle guardaespaldas al jugador y poner bajo vigilancia su domicilio las 24 horas del día.
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Lo cierto es que no son buenos tiempos para el jugador francés, que se ha declarado en rebeldía para forzar su traspaso al Marsella. Sus propios compañeros le han excluido del grupo de watssapp y el club francés sigue sin llegar a la cifra de 40 millones de euros que exige el West Ham para dejarle salir.