Mourinho es un personaje peculiar. Le cuesta saber perder e, incluso, a veces ganar. Tras derrotar este domingo al Tottenham en la final de la Capital One Cup (2-0), el técnico portugués del Chelsea la volvió a montar. Quitó todo el protagonismo a sus jugadores durante la celebración del título y se lo creyó hasta el punto de tirarse al suelo y colocarse en el mismo centro de la fotografía. Una más y ya van unas cuantas.
Además, el exentrenador del Real Madrid, también tuvo tiempo para jugar con los cámaras cuando tenía la final encaminada a su favor. La pregunta es: ¿Lo hubiese hecho en caso de que el Chelsea estuviese perdiendo? Sabemos la respuesta o, al menos, nos la imaginamos.