El pasado viernes ante el Newcastle, Louis van Gaal ponía sobre el terreno de juego un once que, sobre el papel, parecía de lo más atrevido y ofensivo.
Radamel Falcao, Robin van Persie, Juan Mata, Wayne Rooney, Ashley Young y Antonio Valencia eran seis de los elegidos por el técnico holandés para enfrentarse a las ‘urracas’ en Old Trafford.
En un principio, lo lógico hubiera sido colocar a Wayne Rooney en la mediapunta, justo por detrás de Falcao y Van Persie, pero a lo largo del encuentro se pudo apreciar como el futbolista inglés retrasaba su posición hacia el centro del campo para ayudar en la creación del equipo, tal y como hizo el español Juan Mata.
Esta nueva demarcación parece adaptarse a la perfección tanto al juego del equipo, que salió reforzado en la zona ancha gracias al despliegue físico del futbolista, como al del propio Rooney, autor de dos goles y una asistencia en ese encuentro.
Al finalizar el partido, el entrenador de los ‘red devils’ apuntó que quiere a Rooney como a centrocampista ofensivo.
“Lo quiero a él como centrocampista ofensivo. Ha marcado dos goles y ha dado una asistencia. ¿Qué más puedo pedir?”, comentó el técnico holandés.
El propio Rooney comentó que “es un rol en el que he jugado otras veces, y sé que puedo jugar ahí”.
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Faltará por ver si el nuevo papel de Rooney en el Manchester United fue un hecho aislado, fruto de un partido concreto, o si se convierte en una constante en los esquemas de Louis van Gaal de cara a los próximos compromisos. Lo que está claro es que la prueba no pudo salir mejor.