Las imágenes eran espeluznantes. Lloris se retorcía de dolor y todos se llevaban las manos a la cabeza. El codo del guardameta, ciertamente, mostraba una lesión que podía ser grave. No obstante, el propio Tottenham se encargó de despejar las dudas a los pocos minutos y asegurar que el portero tan solo sufría una dislocación en el codo, algo menos grave de lo que se temía.
La lesión de Lloris se unía a la debacle del Tottenham ante el Brighton. Una doble mala notícia para unos 'spurs' que no levantan cabeza en este inicio de temporada. Suerte que llega el parón por selecciones ahora y el equiopo podrá hacer un reset. Veremos si Pochettino tiene tiempo para darle la vuelta a la situación. De momento, no podrá contar con Lloris presumiblemente para los próximos partidos, aunque el Tottenham no ha querido hacer oficial el tiempo estimado de baja.