En 2014, un resbalón de Gerrard ante el Chelsea privó al Liverpool de ganar su primera Liga desde 1990. Un lustro después, los 'reds' reafirman su candidatura al título derrotando con contundencia al conjunto londinense (2-0) merced a los goles de Mané y Salah. Dos zarpazos en un lapso de dos minutos que sentenciaron un duelo intenso de pocas oportunidades.
Algunos afirman que la historia es cíclica. Aunque, a veces, el balón se empeña en desmentirlo. La Premier League reeditaba hoy la jornada que decidió la Liga 2013-14, la del famoso patinazo de Gerrard que le costó al Liverpool un título que acabaría ganando el City. Pues bien, como aquel día, los 'reds' recibían en Anfield al Chelsea y los celestes visitaban al Crystal Palace con el primer puesto en juego.
Atasco en la primera parte
Conocedores de la victoria 'sky blue', los de Jürgen Klopp estaban obligados a derrotar al Chelsea para conservar el liderato provisional de la Premier League y sus aspiraciones al título. El arranque, precedido por una emotiva conmemoración del 30 aniversario de la Tragedia de Hillsborough, correspondió tan importante cometido.
El Liverpool embotelló al cuadro 'blue' haciendo alarde de sus señas identitarias: presión asfixiante en campo rival, recuperaciones y transiciones fugaces. Así llegó el primera aviso, una volea mordida de Salah a centro de Mané que atajó Kepa. La presión era intensa, pero el Chelsea resistió. Los 'blues' superaron la sobrevivieron a la embestida inicial, adelantaron sus líneas y llevaron el encuentro a un plano de total igualdad.
Con Kanté imponiendo su ley en la medular, Azpilicueta anulando a Mané y Willian haciendo estragos por la banda izquierda; los de Sarri gozaron de sus mejores minutos sobre la media hora del primer tiempo. Les faltó generar peligro, con Hazard demasiado solo como referencia ofensiva. Un disparo blando del belga a las manos de Alisson y un remate desviado de Willian sería todo el bagaje ofensivo 'blue' antes del receso.
Cierto, el Chelsea no ponía en apuros a Alisson. Pero tampoco sufría en defensa. Cómodo, asentado en campo rival, el cuadro capitalino atascó al Liverpool, forzado al pelotazo largo. Antes del descanso, los 'reds' solo lograrían contragolpear en una ocasión y a Mané le sobraron escasos centímetros para marcar por la escuadra.
10 minutos que lo cambiaron todo
Los pupilos de Klopp se rearmaron en el vestuario y, como sucediera en el acto inicial, reaparecieron en el césped de forma torrencial. Esta vez, con mayor puntería. Mané abrió el camino de la victoria 'red' en el 57'. El senegalés cabeceó en el segundo palo un centro de Henderson, que había rebañado un balón suelto en el área. Dos minutos después, Salah trazó una diagonal desde el flanco diestro para clavar un zurdazo desde 30 metros a la escuadra de Kepa.
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Campana y se acabó. Aún pudo marcar el Liverpool el tercero, pero Firmino cruzó demasiado su definición . Tras una fase de asimilación, el Chelsea se rearmó u buscó con valentía el empate. Hazard gozó de dos ocasiones clarísimas, pero entre el palo y el acierto de Alisson evitaron que el electrónico se alterara. El Chelsea, verdugo en 2014, reafirma la candidatura 'red' a la Premier.