Poco tiempo para perder tenía el Lliverpool en una jornada donde el Manchester City descansaba. Conscientes de eso, los de Jürgen Klopp saltaron al campo del Fulham para buscar tres puntos que lo catapultaran, otra vez, a lo más alto de la Premier League. Y lo consiguieron. Victoria por la mínima ante un fuerte equipo de Scott Parker, que se paró firme pero cayó a la lona por dos golpes de Mané y Milner.
Mané confirmó, con la primera anotación del partido, que lo del Bayern no fue flor de un día. El delantero senegalés se armó con Firmino una gran jugada por banda izquierda que terminó con centro del brasileño y definición de Sadio para fulminar la resistencia de Sergio Rico. Movía así el luminoso de Craven Cottage el equipo 'red', necesitado de triunfo para ejercer presión sobre los 'cityzens'.
Tuvo mucho trabajo Sergio Rico para contener los embates del conjunto de Merseyside. Paradas clave a Van Dijk y Robertson sirvieron para darle oxígeno al equipo londinense, que respiró profundo y consiguió el empate en los pies de un viejo conocido por los lados de Anfield Road.
Fue Ryan Babel el encargado de igualar, tanto por mérito propio como por error de la zaga del Liverpool. Primero una devolución terrorífica de Milner, luego una cesión espantosa de Van Dijk y por último una demora pasmosa de Alisson. Cóctel perfecto para que el holandés aprovechase y definiera a portería vacía.
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Pero si por un lado llovía, por el otro no escampaba. Sergio Rico tuvo un fatal error que le regaló un penalti a Mané. Allá llegó Milner, que iba a ser fiel a su costumbre de meterlos desde el punto blanco. 13 goles en 14 cobros lo avalan. A él se encomendó el Liverpool llevarse tres puntos a Anfield y volver a volar como líderes mientras el City descansa.