El Manchester City no falló en Sheffield. Los ‘sky blue’ ganaron por la mínima a los ‘blades’ y se sacuden de su último tropiezo. Los de Guardiola siguen resurgiendo de sus dudas, esta vez en el día de Halloween, fecha curiosamente talismán para el Manchester City: ningún equipo de la historia de Inglaterra ha ganado más veces en la noche de los muertos (11 en total).
Fue el día de Kyle Walker. El lateral cumplía 100 partidos con la camiseta del Manchester City en el estadio que lo vio formarse como futbolista, y contra el club de su vida. El fútbol quiso que fuera él quien marcara el gol decisivo, y a la postre el que confirmaría el peor arranque liguero de la historia del Sheffield United. Recibió una entrega de De Bruyne mientras se incorporaba al ataque, y Walker no se lo pensó: se perfiló y mandó un misil que mientras despeinaba el césped se alejaba del alcance de Ramsdale.
Entró tan ajustado al poste que acabó por ser imparable. Es el octavo gol de la carrera de Walker, y seis de ellos han sido desde fuera del área. Éste fue el primero de ellos que llega a domicilio.
El tanto del lateral fue un merecido premio al monólogo del City en el primer tiempo. Los de Guardiola ahogaron a sus oponentes, encerrados con un 20% de posesión en el descanso, y encontraron en el chupinazo de Walker lo que no conseguían dentro del área. Ferran Torres repitió en el once de falso nueve, como hiciera en Champions, y se las arregló para tener dos remates al primer toque, cual puro delantero. Ambos los repelió Ramsdale.
También la tuvo De Bruyne de libre directo, o Sterling llegando a línea de fondo. Volvía a acusar de falta de contundencia el City, para alivio de un Sheffield que se obligó a despertar en la reanudación.
Se abrieron los de Dean Smith, ganando protagonismo y pisando el área. Lundstram y Brewster marraron las mejores llegadas. Al mismo tiempo, los ‘blades’ dejaron campo a su espalda. Lo aprovechaba De Bruyne para orquestar contras, pero el City seguía negado en el remate. A Mahrez se le hacía de noche, Sterling encontraba mares de piernas de defensas locales.
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Cuando las fuerzas flaqueaban y el partido enloquecía, Pep dio paso a Foden y Gündogan para templar los ánimos. Funcionó a la perfección, y los de Guardiola pasan a afrontar otra semana clave. Les espera el Liverpool de Klopp en la próxima jornada de Premier.