Aymeric Laporte necesitó una sola sesión de entrenamiento y dos días de celeste para debutar como titular con el Manchester City. La baja por enfermedad de John Stones le abrió las puertas del once, y el francés respondió con una actuación más que notable.
Estuvo sobre el campo los 90 minutos, formando pareja con Otamendi, y apenas fue exigido por el ataque del West Brom. Más allá de esto, su aportación en la salida de balón fue destacable. Completó un total de 76 pases, un 95% de los que intentó.
El técnico rival, Alan Pardew, se rindió a la actuación del central. “Creo que estuvo sensacional. Su pase de izquierda a derecha fue un problema para nosotros. Tengo malas noticias para la Premier: el City tiene otro recurso, no solo defensivo si no ofensivo también. Buena suerte al resto”, destacó tras el partido.
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A nivel defensivo, ganó dos duelos aéreos, realizó una intercepción y un despeje. Perdió dos balones y realizó un total de ocho desplazamientos en largo. Pep Guardiola no pudo hacer nada más que elogiar el nivel mostrado por la nueva incorporación: “Tras un solo entrenamiento, ha entrado en el equipo y ha jugado así de bien. Después del partido he pensado ‘wow’, ¡vaya central hemos traído! La gente dice que ha sido caro, pero igual acaba saliendo barato”. Solo el largo plazo dirá si la apuesta que ha hecho el City en Aymeric Laporte ha sido rentable. A corto plazo, su encaje en el equipo ha empezado de la mejor forma.