Jose Mourinho - y todo el fútbol inglés - temen una lesión grave de Harry Kane.
El delantero del Tottenham salió del partido en Everton a pocos momentos del pito final con lo que parecía una lesión de tobillo.
Kane había marcado ambos goles de su equipo en un empate en Goodison Park.
Pero dejó el partido a sólo nueve días de la final de la Carabao Cup contra el Manchester City y 58 días del primero partido de la selección inglesa en la Eurocopa.
Kane aterrizó de manera incomoda cuando defendía una saque de esquina y saltó para despejar el balón con la cabeza.
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Después del partido, Mourinho confesó que no sabía nada de la gravedad de la lesión pero dijo que “eso es una respuesta que yo también quiero cuanto antes pero aún es demasiado temprano. Si dejó el partido, no sería para nada, sería para algo”.