Tras un primer cuarto de hora en el que prácticamente no había sucedido nada, llegó la primera gran ocasión del encuentro. Y la tuvieron los de Jürgen Klopp.
En muy pocos toques y haciendo un fútbol muy vertical, como es habitual en el Liverpool, llegaron los 'reds'. Salah y Firmino dibujaron un 'tuya-mía' de cine para que el egipcio se la pusiera al espació a Mané. El senegalés disparo cruzado y logró batir a Ederson, pero el balón se estrelló en la cepa del poste derecho.
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En el rechace, Stones intentó despejar pero con tan mala fortuna que el balón, tras pegar en Ederson, estuvo a escasos milímetros de colarse en su propia portería. La teconología del gol, que no el VAR, que se utiliza en Inglaterra, demostró que la pelota no había traspasado la línea en su totalidad aunque fue por muy poco...